Me gusta ver a personas inspiradas, esas personas que han encontrado algo dentro de sí para dar a los demás aun cuando están pasando momentos difíciles.
Recuerdo la primera vez que leí sobre personajes como Gandhi, Albert Einstein, Abraham Lincoln, o el líder de lideres Jesús, recuerdo como de niña sus historias me inspiraron a ver lo mejor de la raza humana y querer ser la mejor versión de mí misma que podría llegar a ser.
Hoy entiendo que inspirar es un trabajo que empieza conmigo misma, teniendo esperanza podemos influenciar a otros a tenerla, teniendo un sueño puedo ayudar a los demás con sus sueños y ayudarlos no solo en pensarlo sino en llevarlo a la acción.
Una persona que inspira va más allá que la sola motivación, motivar a otros es importante pero usted no va a estar cada día junto a esa persona para motivarle, lo que necesitamos es que esa persona encuentre una fuente de inspiración para llegar a un punto de auto motivarse, saber que lo que esta haciendo es por convicción personal, para ser aquello que fue llamado a ser y hacer.
Los grandes personajes, las grandes historias de vida lo que hacen es modelarnos aquello que es posible aunque en su momento parecía imposible. Por ejemplo antes en la historia ningún Atleta había logrado correr 100 metros planos en menos de 10 segundos, en 1968 lo hizo Jim Hines, y desde allí ha habido varios como Carl Lewis (9.78) que han logrado hacerlo, Usain Bolt tiene la marca mundial en 9.58. La inspiración abrió la posibilidad.
Cuando nosotros encontramos nuestro propósito de vida, cuando hacemos una tarea con pasión, sea liderar una gran compañía, cuidar a nuestros hijos o estudiar una carrera, estamos inspirando a otros y eso es lo que necesita nuestro mundo, a cada uno de nosotros haciendo su mejor esfuerzo por ser la mejor versión de nosotros mismos para mover a este país y sus futuras generaciones hacia delante, y ahora pregúntate ¿a quién estas inspirando en tu vida hoy? La respuesta te puede desafiar….